Las gafas de sol Kingfisher están diseñadas para ser increíblemente cómodas debajo de un casco o de unos auriculares de estilo aeronáutico y se adaptan a aquellos con cabezas y rostros de gran tamaño. Toda la montura y las patillas están hechas de Resilamide™, un material que se utiliza principalmente en el sector aeroespacial. Este material polimérico tan costoso hace que estas gafas sean prácticamente irrompibles y a la vez súper ligeras y flexibles. Sus patillas de 1 mm de grosor y su flexibilidad hacen que no las sientas mientras llevas un casco o unos auriculares. Si lleva unos modernos auriculares con cancelación de ruido, las patillas son lo suficientemente finas como para eliminar las fugas de ruido.
También ofrecen lentes de policarbonato fabricadas con precisión e inastillables que ofrecen una claridad sin concesiones. Por defecto son no polarizadas y, sin embargo, bloquean el 100% de la luz UV. Las lentes espejadas sólo tienen color en un lado; no hay distorsión del color mientras se llevan puestas.
Las lentes bifocales cuentan con una parte de la lente plana y ampliada que mide 15 mm desde la parte inferior de la montura (un poco menos de la mitad de la lente) y son adecuadas para ver zonas amplias sin tener que mover mucho la cabeza.
Las patillas de las Flying Eyes se ajustan suavemente a la cabeza y no se enrollan alrededor o detrás de las orejas. Esto significa que puedes ponértelas o quitártelas fácilmente mientras llevas cualquier casco o auricular.
Cada juego de gafas Flying Eyes viene con su propio estuche protector y una bolsa/paño de limpieza de microfibra suave. Y como todas las gafas Flying Eyes, son compatibles con la prescripción.
¿Quiere saber qué hace que las gafas de sol Kingfisher sean especiales?
Patillas de Resilamide™ microfinas de 1 mm de grosor para una mayor comodidad y funcionalidad
Patillas que envuelven la cabeza; no alrededor de las orejas
Lentes de seguridad de policarbonato inastillable que bloquean el 100% de la luz UV,
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