El detector óptico permite la detección precoz del fuego y el humo, con especial atención a los incendios latentes.
La cámara de detección contiene un transmisor y un receptor de luz.
En funcionamiento normal, el haz de luz que sale del transmisor no llega al receptor. Sin embargo, si entran partículas de humo en la cámara de detección, parte de la luz se refleja en el receptor, lo que activa la alarma.
Durante el funcionamiento normal, el transmisor de luz emite pulsos cada 8 segundos, lo que requiere sólo una baja corriente de control.
Un LED rojo en el detector indica una alarma. La alarma se mantiene hasta que la unidad de control SMU se restablece manualmente. La alarma también se muestra en la unidad de control SMÜ y el estado se almacena hasta que se restablezca. Los LED rojos del detector y de la SMU parpadean cada 3 segundos.
El diseño del detector es totalmente resistente a las influencias de la velocidad del aire, la contaminación y la compatibilidad electromagnética.
El módulo detector está montado en su base mediante una conexión de bayoneta para permitir una fácil instalación y retirada.
Cuando el detector se ensucia, se genera una alarma de pre-servicio o de servicio, de modo que se pueden evitar otras falsas alarmas. La alarma de servicio (LED verde) indica que el detector debe ser limpiado o sustituido.
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