La unidad está diseñada para que pueda añadirse a las líneas de proceso existentes de los hornos de carburación sin necesidad de modificar significativamente la infraestructura existente.
Esto también se aplica a las situaciones en las que es necesario sustituir un antiguo y desgastado horno de temple integral (IQ) por una nueva unidad. Las soluciones aplicadas permiten instalar el horno sin problemas, independientemente de la marca del equipo original que se sustituya. Esto significa una integración total con los elementos existentes utilizados para el transporte de la alimentación (el cargador, las mesas de entrega, el equipo de proceso) cuando se trata de tecnologías mecánicas y automáticas.
Gracias a su adaptación para trabajar con aceites de temple convencionales, las piezas tratadas se lavan con los dispositivos de lavado tradicionales disponibles en la línea. La tecnología de lavado, el tipo de agentes utilizados y las buenas prácticas de los operarios no requieren ningún cambio: el usuario puede seguir beneficiándose plenamente de la experiencia adquirida anteriormente.
Para llevar a cabo los procesos de carburación, Super IQ no requiere el suministro de una atmósfera endotérmica. De este modo, se elimina el generador y se puede ahorrar, ya que no es necesario adquirirlo, mantenerlo durante el funcionamiento y no se producen pérdidas de gas de proceso en exceso, algo típico de este dispositivo.
Sin embargo, la principal ventaja de Super IQ sobre los hornos IQ tradicionales es su potencial para reducir el tiempo necesario para el tratamiento. Esto se debe a que puede llevar a cabo procesos de cementación a temperaturas más altas, incluso hasta 1.050°C en la práctica. Gracias a ello, es posible aumentar considerablemente la eficacia y reducir los costes de producción.
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