Los cables de las aeronaves deben ser lo suficientemente flexibles y resistentes a la abrasión como para poder pasarlos por recorridos complejos en el fuselaje, incluso por esquinas y agujeros, sin fallar. También deben ser ligeros, resistentes a las llamas y capaces de resistir golpes, vibraciones, corrosión y temperaturas extremas, además de contar con una fuerte protección electromagnética.
La tecnología de SMI permite que los sistemas de interconexión de cableado eléctrico (EWIS) se instalen en los fuselajes, incluso en los lugares donde se dan las peores condiciones ambientales, como el tren de aterrizaje, los depósitos de combustible o el tren de aterrizaje. Disponer de una conexión eléctrica fiable y sin fugas permite abandonar el accionamiento hidráulico y pasar a los arneses eléctricos, lo que supone un considerable ahorro de peso.
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