odo el mundo necesita un Angel… aunque nadie quiera usar realmente el suyo. Sin embargo, el hecho es que cuando llega el momento de tener que hacerlo los factores más importantes son la seguridad y la estabilidad con una baja tasa de caída para que el descenso sea suave y controlado. El Angel en su talla de 37 metros cuadrados está homologado hasta los 140 kilos e incluso un piloto con un peso total en vuelo de 140 tendrá un descenso estable y a menos de 5,5 metros por segundo, con lo que la mayoría de los pilotos bajarán a una tasa mucho más lenta que esa si vuelan con esa talla. Creemos que el Angel es uno de los paracaídas de emergencia más seguros del mundo en cuanto a estabilidad y tasa de caída, y su precio asequible y su peso relativamente bajo harán de él un emergencia popular entre pilotos de todo tipo.
Cuando se trata de estabilidad y seguridad en paracaídas redondos no hay nada como la superficie que tengan y por ese motivo las dos tallas del Angel son «grandes» y dejan margen de sobra para los rangos de pesos para los que están homologados. Con sus todos tallas, el Angel abarca todos los pesos de piloto hasta un máximo de 140 kilos (peso total en vuelo, incluído el emergencia). Está homologado EN y LTF conforme a las normas EN 12491 y LTF 91/09.
Aunque ligero, el Angel se ha optimizado al completo en seguridad y fiabilidad más que en peso. Cuando se trata de fabricación de paracaídas, los ahorros de peso comprometen a menudo la seguridad. Por ejemplo, unos cordinos más finos y ligeros pueden llegar a romperse en ciertas configuraciones de apertura a consecuencia de cortes por fricción.