Un ataque radiactivo (por ejemplo, por una bomba sucia o un envenenamiento radiactivo) podría dejar miles de muertos, barrios enteros inhabitables y poblaciones traumatizadas, los efectos podrían durar muchos años y poner a una ciudad de rodillas.
Esta es su nueva línea de defensa.
El D3S es un detector de isótopos de radiación (RIID) ligero y portátil que le permite identificar rápidamente las amenazas radiactivas, mostrando la diferencia entre las fuentes médicas e industriales y las más siniestras. Proporciona un aumento de 100 veces en la capacidad de localizar e identificar fuentes de radiación a una velocidad diez veces superior a la de los detectores convencionales y a una décima parte del coste. Diseñado para un despliegue rápido y fácil de usar, todo lo que necesita está en la caja.
Estos pequeños y vestibles detectores pueden ir a cualquier lugar al que un terrorista pueda ir, son mucho más difíciles de evitar porque cualquiera podría estar llevando uno, y le dan al usuario información vital para reaccionar apropiadamente a una amenaza.
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