El conformado al vacío utiliza la presión del aire atmosférico para formar la lámina de plástico que se ha calentado a su temperatura de conformación designada. La lámina de plástico se coloca sobre la forma que se va a formar y se consigue un sellado hermético alrededor del perímetro de la pieza. A continuación, se evacua el aire que hay debajo de la herramienta. Esto hace que la lámina de plástico se forme con la forma requerida por el peso de la atmósfera.
El conformado a presión puede describirse como un conformado al vacío avanzado. Se utiliza una mayor presión de aire para conseguir una mejor definición de la pieza. Para conseguirlo, los costes de las herramientas son mucho más elevados y complicados. Normalmente se utilizan fundiciones de aluminio para soportar las presiones más elevadas y es necesario incorporar tubos de refrigeración para mantener la temperatura de las herramientas. Hay que tener en cuenta las cuestiones de salud y seguridad y la capacidad de los equipos.
La conformación libre es probablemente la primera forma de dar forma a las láminas de plástico, pero en lugar de utilizar el vacío, se utiliza la presión del aire. Nos remontamos a los años 30, cuando se desarrolló el primer material acrílico. El acrílico transparente era un material mucho más ligero que el vidrio y podía reducir mucho el peso en un avión, pero cómo deshacerse de la distorsión al darle forma. La respuesta fue utilizar aire para soplar la pieza hasta darle la forma deseada.
El conformado de plástico de policarbonato supuso un nuevo reto para la industria del plástico. Un material de alta tecnología con una resistencia increíble y un rendimiento a altas temperaturas. Las ventajas estaban ahí, pero el procesamiento era totalmente diferente. Se necesitaba una nueva forma de pensar y un nuevo equipo. Atlas invirtió en maquinaria nueva y más avanzada y se convirtió en el nombre más conocido en piezas de policarbonato conformado con rendimiento óptico.
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