Veníamos de regreso de Austria en auto. ¡Teníamos que regresar a trabajar, pero teníamos la Rise 4 en el auto! Cuando pasamos por Annecy, no había nadie en vuelo pero, ¿a quién le importa? La Rise 4 estaba ahí, esperándonos. ¡Qué tentación! Nos detuvimos y subimos al despegue a pie. No era “Tierra llama a Marte”, ¡sino la Rise 4 que nos llamaba! Reíamos como niños.
Un vuelo inesperado. La emoción de tener un juguete nuevo, ahí mismo.
¡Qué bien se sentía tener una mochila ligera mientras caminábamos a nuestro despegue improvisado! Nos sentíamos como en Navidad mientras abríamos nuestro regalo: una hermosa Rise 4 nueva hecha con amor y pasión para ofrecer diversión y durabilidad. Nos sentíamos jóvenes y hermosos, ¡como la canción! El despegue fue una formalidad. Una vez en el aire, empezó la diversión. Esperábamos hacer un vuelo de relación largo, pero el vario empezó a cantar animadamente y nos amplió las perspectivas. Empezamos a jugar dentro de las térmicas suaves. Nos estábamos divirtiendo muchísimo y se sentía natural. La Rise 4 se movía bien y parecía sentirse confiada sobre el lago Annecy. Giraba de forma ligera, suave y progresiva. Cuando aceleramos, empezamos a sonreír. ¡Qué vuelo! Teníamos la Rise 4, así que salimos a volar y el día nos dio la razón.
El mayor rendimiento se logró principalmente gracias a un perfil modificado y estructuras internas refinadas. Añadimos algunas celdas para darle más consistencia al perfil y escogimos materiales para obtener una canopia ligera que dio como resultado un parapente poco pesado. Sin embargo, la seguridad pasiva es impresionantemente mayor a lo esperado en esta clase.